CUENTO ESOTÉRICO IV

De El Evangelio de Sri Ramakrishna.

El maestro está hablando con sus discípulos: Déjenme contarles una historia.

En un bosque vivió un hombre santo que tenía muchos discípulos.  Un día les enseñó a ver a Dios en todos los seres y por lo tanto reverenciarse ante todos ellos.
Un discípulo fue al bosque a recolectar madera para el fuego expiatorio. De repente oyó una exclamación: ¡'Fuera del camino! ¡Un elefante enloquecido se aproxima!' 
Todos obedecieron a excepción del discípulo del hombre santo.  Él razonó que el elefante era también Dios en otra forma. ¿Entonces por qué debía de correr?  Permaneció de pie, haciendo una reverencia al animal, y comenzó a cantar sus alabanzas. 
El mahut (domador) del elefante gritó: “¡Corra! ¡Corra!”  Pero el discípulo no se movió.
El animal lo agarró con su trompa, lo echó a un lado, y siguió su camino.
El discípulo, lastimado, yacía inconsciente en la tierra.  Oyendo lo que había sucedido, su maestro y sus hermanos discípulos vinieron a él y lo llevaron al ermitaje. Con la ayuda de una medicina recuperó pronto el sentido. 
Alguien le preguntó, 'sabías que venía el elefante; ¿Por qué no dejaste el lugar?' 
'Pero,' dijo, 'nuestro maestro nos dijo que Dios mismo había tomado todas estas formas, de animales así como de hombres.  Por lo tanto, pensando que era solamente el Dios elefante que venía, no corrí.'
A esto el maestro dijo: 'Sí, mi niño, es verdad que venía el Dios elefante;  pero el Dios mahut te prohibió permanecer allí.  Puesto que todas son manifestaciones de Dios, porqué no escuchaste al Dios en el mahut?'